miércoles, abril 15

Absurdo silencio


No se si darme la bienvenida o echarme de aquí a patadas....

No me he olvidado de este lugar, aunque parezca todo lo contrario.

Al revés, he echado de menos mucho hablar conmigo mismo.


Se que tal vez suene a excusa, pero tengo mis motivos por haberme ausentado todo este tiempo.
Me despedí en la última página abriéndole las puertas a una primavera ansiosa por llegar, sepultando un invierno que supuestamente había dejado atrás.
Pero la realidad es otra muy distinta, el invierno se ha apoderado de mí... Me ha marcado tanto que no consigo dejarlo en su estación. Me persigue, y me perseguirá durante algún tiempo más.
No se cuando saldrá el sol en mi estación...

Decía que mi ausencia tiene sus motivos, y es que durante todo este mes no he querido abrir mis sentimientos a nadie mas que a mí mismo...

Mis palabras han llegado a muchos corazones. Han llegado a personas demasiado importantes para mí, arrastrándolas a compartir el dolor conmigo...
Y no quiero eso.
No quiero que la gente que me rodea sufra con mi dolor.
Con el dolor que yo mismo me he causado.


Al mismo tiempo he necesitado volver a plasmar mis pensamientos en este diario cibernético.
No puedo arropar mi dolor con el silencio, tenía que sellarlo en estas páginas de consuelo...
Es más, debía plasmarlo o el silencio acabaría mostrándome nuevamente el camino hacia la locura que hace una semana busqué, y gracias a este destino que me ata a la vida, no logré encontrar.
No voy a entrar en detalles sobre lo que ocurrió, porque ya no tendría trascendencia alguna... Y creo que he aprendido la lección.

La vida es luchar.
Ahogarse en el absurdo silencio no conlleva a nada bueno.

No hay comentarios: