jueves, octubre 9

A mi edad...


Soy un gran falso mientras finjo la alegría...

Tú un gran desconfiado, cuando finges simpatía...

Como un terremoto en un desierto que todo se derrumba y nadie ve que ya estoy muerto.


Lo saben todos que, en caso de peligro, se salva sólo quien sabe volar muy bien.

Pues excluyendo los pilotos, nubes, águilas, aviones y a los ángeles quedas tú.


Y yo me pregunto: dime qué harás para que ya nadie venga a salvarte...

Mil cumplidos por la vida de campeón, insultos por el rastro de un error.


Y me siento como quien sabe llorar todavía a mi edad. Y agradezco siempre a quien sabe llorar de noche a mi edad...

Vida mía que me has dado tanto dolor, amor, verdadero todo... Mas gracias a quien sabe perdonar siempre la puerta a mi edad.


Cierto que fácil nunca ha sido...

Observaba la vida como la observa un ciego, pues lo que se dice a veces daña. Mas lo que se escribe puede herir hasta morir.


Que la vida te reserve lo que sirvas, pero llorarás por cosas feas y cosas bellas y sin rencor tu miedo se convertirá en tu cura.

La alegría perdida regresa ahora y solamente el caos de la retórica confunde y modifica la coherencia histórica.

Dios me ha sugerido que te he perdonado y lo que dice él, yo lo hago...


De noche a mi edad


De noche a mi...




TzN

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