miércoles, octubre 22

Cuando menos te lo esperas...


No se como se consigue... pero es cierto y autentico que la amistad te hace ver la vida, aunque solo sea por unos instantes, de una forma muy diferente.

Igual estas llorando un día, que al día siguiente lloras, pero de la risa.


Hoy ha sido uno de esos días en los que no sabes como ni porqué te lo pasas genial sin ningún motivo aparente.

He de reconocer que quizá a los ojos de los demás se me vea un poco payaso pero... ¿que más da?

Lo paso bien, me río bastante con el encadenamiento de sucesos graciosos que me pasan cuando quizás menos ganas tengo...

Resulta irónico... Al final voy a tener que pensar que el destino quiere verme con la cabeza bien alta...

Al final voy a tener que pensar que mi único Dios, es el destino. Ese que se escribió un caluroso 6 de Agosto... de aquellos maravillosos años 80.


Hoy tampoco puedo irme a la cama sin expresar la felicidad que me dio al ver a esa personita que tanto me hace latir el corazón.

Cuando vi a mi pequeña hija los pies se me aceleraba solos, corrí a sus brazos como si ella fuese a cogerme, mientras que ella también corría a mi encuentro.

Me temblaron las manos al tenerla tan cerca,... la vista se me nubló y casi vuelvo a llorar, pero esta vez solo de felicidad.

No se expresar con claridad todos los sentimientos que acariciaron mi corazón... Solo puedo decir que eran tan limpios y puros como la primera vez que se ama.


Esta noche de mi particular noviembre anticipado también me siento solo, pero esta noche... dormiré arropado por un cálido sentimiento.

El roce de sus pequeñas manos sobre mis hombros aún laten en mí.

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