jueves, enero 22

Duele recordar


¿Alguna vez habéis pensado en lo que será de vuestra vida?


¿Verdad que siempre que pensáis en ella os la imagináis casi perfecta?


Yo también lo hacía...


Recuerdo como deseaba crecer...

Recuerdo como deseaba, con once o doce años, tener la edad que tengo ahora...

Recuerdo como deseaba ser...


Y ahora estamos aquí, en el punto del camino donde siempre quise estar, y pararme a observar lo perfecta que quería que fuese mi vida.
Pero no queda nada de lo que quería.Lo único que queda es el recuerdo de un niño que miraba con los ojos abiertos deseosos de crecer.

El niño que comía pipas sentado en el escalón de su casa, viendo la vida pasar, esperando el futuro llegar...


Y como cambia la vida...

Ahora espero sentado... pero ya no como pipas.

Ahora no quiero crecer más.

Quiero que crezcan todas las personas que me rodean, pero a mi que me devuelvan el niño que esperaba sentado. Aquel chiquillo que pecaba de prudente, aquel adolescente que no sabía lo difícil que sería el día a día de una vida que nunca podría esperar.


Pero dejemos el pasado atrás...

Quiero pensar en el futuro.

Ese espacio de incierto tiempo infinito, esa pagina en blanco que día a día intento escribir.

Pero es tan difícil....

Es tan difícil vivir sin mi luz, mi pequeña Lucía.



La echo tanto de menos...



Tanto que no vivo sin poder acariciar sus rizos, sin escuchar sus primeras alocadas palabras...

Esos pasos agigantados que semana a semana me cuentan que da...

Y yo solo escucho pasar el tiempo...

Solo, bajo cuatro plantas de domicilio que no puedo pagar....

Solo acompañado del terror que ahora me produce aquella amiga mía soledad...

Que ahora desvela mis sueños para atormentarme con los ruidos de una casa habitada..., de una vida dejada...


Y es así, no se si estaré volviéndome loco...

Pasos, golpes, puertas que se abren y se cierran... Y no son fantasmas aunque lo parezca.

Son los recuerdos que hacen eco en mi cabeza.


Los recuerdos que me torturan el alma...

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