El eco de un doloroso pasado aparece de nuevo, levantando las ampollas de un recuerdo que no quiero recordar.
La vida de mi abuela se apaga mas deprisa que despacio.
La impotencia surge al pensar que nada ni nadie puede detener este maldito ciclo que es la vida.... donde unos se van, y otros se quedan para irse más tarde.
No supe encontrar las palabras para despedirme de ella. Solo la abracé y besé su delicada mejilla esperando que no sea la última vez que lo haga.
Se hace difícil esperar una llamada indicando su partida...
Se hace difícil revivir la muerte de un ser muy querido...
Me impactó ver la foto de mi madre en la mesita de aquella fría habitación del hospital, velando y cuidando los últimos días de su madre... Ojala desde donde esté pueda hacer que no sufra.
Mientras tanto preparo una maleta de recuerdos con muy pocas ganas de abrirse.
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