4º Aniversario

Como pasa el tiempo...

Ya son cuatro los años que vivo sin tí.

1.460 días echándote de menos...

Y no hay día que haya pasado sin que me haya acordado de tí...

Son muchas las noches en las que me encuentro contigo, y me sonríes, me besas, me hablas... Pero eso es lo malo, que solo son sueños. Y cuando despierto sabes que deseo volver a dormir para volver a encontrarme contigo, pues es el único método capaz de reencontrarme contigo.

También sabes las veces que he pensado en reunirme contigo, acortar los años de mi existencia mundana y abrazarte... Despojándome de todo el dolor que la vida conlleva, que ésta vida mía conlleva, que los errores que cometí, después de tu partida, no me dejan levantar cabeza...
Y esos errores los cometí porque tú no estabas aquí, porque tú no estabas para aconsejarme... Porque me dejaste solo.
Y tu lo sabes...

Que estoy solo.

No puedes negarlo. Te fuiste y me dejaste solo... Me dejaste con la vida que yo había creado para mí... Con un falso futuro que nunca te había explicado. Pero te fuiste...

Me quedé con una familia que nunca entendería mi vida como tu lo hubieses hecho... porque tú eras especial. Y lo sigues siendo... Pero ya no estás aquí para abrazarme...

Te fuiste hace 2.103.795 minutos....

Cuanto frío he pasado desde que no estás...

Nunca podré olvidar la última vez que respiraste.
Te tenía cogida de la mano... Me apretaste. Suspiraste profundamente, aferrándote a la vida.
Me abalancé sobre tí, intentando reanimar lo poco que quedaba de tu esencia vital.

Me detuvieron... Ya no se podía hacer nada... y era lo mejor... Dejarte marchar.

Y nunca podré olvidar como mi alma y mis ojos lloraban tu ausencia irrecuperable...

Mis pies también lloraban por los pasillos de aquel hospital, donde tantas horas pasé a tu lado, mientras los brazos de la familia que me has dejado me consolaban...
Pero estaba solo, ninguno de mis hermanos tuvo el valor de llorar junto a mí... ni siquiera mi padre tuvo las fuerzas para abrazarme y compartir el dolor que sentíamos en aquel momento tan amargo.

Solo me quedaba el teléfono... para desahogar tantísimo dolor.
Porque tú sabes que no era el momento, no era el momento de tu partida.
Nunca debiste irte así.
Hasta el sol se vistió de luto para despedirte, ocultando su luz acompañando todos nuestros sentimientos.
Te recuerdo sin vida, y me duele...
Recuerdo el último beso que te dí, frío...
También recuerdo el momento que mis amigos te vieron. Rompí a llorar como nunca recuerdo haberlo hecho.

Eras tú... mi madre. Era a mi madre a la que todo el mundo lloraba, era por tí por la que todo el mundo lloraba... Y yo quise irme contigo.

Y yo quiero irme contigo.

Los lazos que nos unen no los romperá la muerte, aunque nunca podré superar tu partida... Quizá pueda decir que he aprendido a convivir con el dolor de tu ausencia...

El sentimeinto de dolor es tan grande que nadie que no haya pasado por esto podrá entender...

Mi madre... la mejor. La más bella y siempre perfecta.