
El miedo... es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento, habitualmente desagradable, provocado por la percepción de un peligro, real o supuesto,... presente o futuro.
El miedo... La falta de valor... La cobardía... Son palabras tan semejantes para mí...
Son los sentimientos que cruzan mis sentidos cada día... Palabras que se unen despojadas hasta hacerme enloquecer y buscar soluciones nefastas, locamente inapropiadas...
Hace unos días, amigos de cercano corazón, se interesaban por mí preguntándome si seguía pensando como hace varios años, incluso antes de embarcarme en esta dulce locura, en apartarme de este ciclo que a veces tanto me ahoga.
Mi respuesta fue la misma que hace esos varios años... Por desgracia, hay días en que la única egoísta salida que me alumbra es alzar el vuelo junto a mi madre.
El miedo a ver sufrir a la gente que me quiere, la falta de valor para armarme de locura, bella locura, me hunde en el más frió abismo.
Y es que tengo tanto miedo a verlas sufrir... que no pienso en mi felicidad.
¿Qué puedo hacer? ¿Tapo los ojos de mi corazón sin prestar atención a todas las personas que tanto amor me dieron? Como me gustaría apagar la llama del dolor que quema y arde en sus corazones.
Solo quiero ser feliz... Pero nunca antes hubiera imaginado que conllevaría tanto sufrimiento.
Es por eso, que a veces como única salida me quiero ir... Apagarme la vida egoistamente.
Y bien sabe dios, o lo que sea que abraza nuestras vidas, que pienso en todas las personas que me odiarían para siempre por dar ese desagradable paso.
Y no lo haré. porque tampoco tengo el valor. Pero no puedo engañarme, no puedo ahogar los pensamientos que cada día cruzan mi alocada imaginación.
Necesito ayuda... y no se ya a quien pedirla...
Porque a veces pienso, aunque a algunos les parezca raro, y hablando conmigo mismo me recomiendo un psicólogo... pero... ¿Cómo voy a contar esto a un psicólogo? Y lo peor de todo... ¿cómo voy a pagarlo?
Creo que ni siquiera un psicólogo podría entender todo lo que se me cruza por la cabeza.
Se lo que quiero, pero no se cual es el camino que tengo que recorrer...
Y la luna ahí... en el cielo, tan blanca y tranquila... ¿Se verá igual desde arriba? ¿ O quizás más cerca?
Como te envidio luna... Sola.
Ella no tiene problemas, solo tiene que preocuparse de llegar a la hora indicada para que los demás nos durmamos bajo su luz.
Lo peor de todo es que solo descansa una noche cada 28 días.
Ya lo se... desvarío mucho ultimamente. La tristeza de septiembre empieza a asaltarme.
El verano toca su fin, y con él se me mueren las ganas de seguir montado en este carro que es la vida...
No hay comentarios:
Publicar un comentario