lunes, agosto 25

Sueño de luz y sabanas


Hoy no serán mis dedos los que escriban...

Hoy hablará mi cansada y gastada alma, la que no sabe como levantar la cabeza para mirar hacia adelante...

La luz... ¿Dónde está la luz? Supuestamente es la que ves entrar cada mañana por la ventana... Lo primero que ves cuando abres los ojos y decides enfrentarte a un nuevo día...

¿Dónde queda esa luz que me ofrecía toda una aventura cada día? Ya no puedo verla... Por más que la busco no logro encontrarla...

La veo en ocasiones, pero es tan solo un espejismo que mis ojos me quieren dibujar.


Esta mañana el calor de la persona que más quiero me definió esa luz al amanecer...

Tumbados en la cama de un lujoso hotel pude verla entre todas las penumbras que rodean mi vida.

Es así, y solo así como puedo divagar de felicidad... Abrazado a él... Y no es preciso que me regale noches de hotel en maravillsoso rincones perdidos del país. La luz la veo cada amanecer a su lado, cada despertar de sus empañados ojos de sueño. Él es la luz que mi alma necesita para descansar...

El dia de ayer fue muy especial... La intriga me recorría el estómago de cabo a cabo, mientras que él me distraía con suculentas mentiras para que mi imaginación no volara al lugar correcto en concreto... Ese hotel, esa habitación para los dos... Solo para nosotros dos, dónde una vez más, realzamos lo que sentímos el uno por el otro. Nos contagiamos de un amor que casi nunca podemos demostrarnos... Agotamos nuestras palabras con te quieros y tiernas miradas de cariño.

Una vez más, sellamos nuestro amor con la más cálida y loca caricia humana.



¿Donde está? ¿Dónde está todo eso ahora? Fue esta mañana cuando me levanté de la cama a su lado... Pero, ¿por qué lo veo tan lejano y efímero ahora?...

¿Acaso he soñado más de la cuenta y la imaginación me ha jugado una mala pasada?

Le pienso, le recuerdo rozándo su piel a la mía... La siento...

Casi aún puedo notar su sabor... su olor de hombre perfecto...

Su voz... Su vientre agitado por el placer...

Son tantas las cosas que he vivido que me niego rotundamente ha pensar que solo ha sido un sueño... Seguro que ha sido real...


Las quemaduras de su amor aún laten intensas dentro de mí.


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