
La metástasis es la diseminación a órganos distantes de una infección o de un tumor primario maligno o cáncer, que ocurre generalmente por vía sanguínea o linfática. Aproximadamente, el 98 % de las muertes por cánceres no detectados, son debidas a la metastasización de éste.
Y supongo yo que los médicos se quedaran así de anchos cuando dicen estas frías, sucias e insoportables palabras... Es su trabajo... La obligación de ellos es notificar estas inapropiadas palabras...
¿Pero qué hay de Dios? ¿Qué hay de la obligación de Dios? Quizá no exista, como personalmente pienso desde que me quitó lo más amado que me abrazaba. Pero... ahora es cuando vuelvo a recordar esa religión que alguna vez me enseñaron, y... no logro encontrar significado alguno... ¿acaso se equivocaron contándome aquella famosa leyenda?
Hoy mis oídos han sucumbido a esta fría definición... Mi abuela materna tiene metástasis.
Siempre escuché que Dios necesita ángeles, y se lleva a las mejores personas que habitan la vida para acompañarle. Pero... ¿no tuvo bastante con quitarme a mi madre, delante de los ojos de su misma madre? ¿No tuvo bastante con quitarle a mi abuela a su marido tan solo un día después de llevarse a su hija? ¿No tuvo bastante con quitarle a sus hermanos y hermanas en cuestión de un año? No tuvo bastante...
Ahora este Dios, tiene que llevársela a ella también haciéndole sufrir la misma enfermedad con la que ha visto morir a todos sus seres más queridos...
¿Pensará este Dios que no ha sufrido bastante como para hacerle sufrir hasta el último momento?
No lo entiendo...
Nunca se entienden estas cosas, lo sé... Pero es muy injusto.
Casi aún no he logrado hacerme a la idea de que ella no estará entre nosotros. Es mayor, te lo esperas de algún momento a otro, pero... nunca quieres que llegue este momento. Y llega, está llegando... y ahora es cuando pienso que casi que mejor que llegue cuanto antes. Al menos que sufra lo menos posible, porque el final... es el mismo.
Este sábado iré a verla, porque tengo miedo de no poderle decir adiós.
Me gustaría pedirle muchas cosas, recuerdos y saludos para los que ya se fueron.
La abrazaré como si fuese la última vez que lo hago, aunque quisiera verla otros 85 años más.
Y es que sé que ya se va...
Como me duele crecer...
Duele decir adiós.
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