La premonición de los sueños

Serpientes, bombillas que estallan en la irrealidad o tortugas... son algunos de los sueños que acompañan mis noches. Cautivan mi interés hasta que busco su significado por las numerosas páginas de este mundo que es internet.

Y lo encuentro.

Encuentro siempre un significado bastante significativo para cada sueño.

Parece como si alguien o algo intentase avisarme de que algo no demasiado bueno para mí está a punto de llegar...

Y me alegro de no estar solo conmigo mismo... pues se que ese algo o ese alguien, está a mi lado. Y a través de mis sueños me ayuda a interpretar el futuro cercano.

Me preocupa lograr interpretar cada sueño que ven mis ojos dormidos.

Es la vida que vivo la que me lleva a soñar estas cosas, que a simple vista parecen absurdas... pero tienen su significado.

Y son significados que me ayudan, en cierta manera, a ver lo que se cuece a mi alrededor.

Según estos sueños no debería dormir tranquilo, porque una traición en toda regla se trama a mis espaldas...

Yo sigo como si nada... porque estoy tranquilo.

Mi conciencia está tranquila, pues las cosas que hago solo las hago lo mejor que puedo... Y si algo o alguien intenta hacerme mal... que sea lo que dios quiera.

No tengo la espalda cubierta, pero es que tampoco tengo nada que perder.

Estoy entregado por completo a lo que tenga que llegar.

Y cada cual que cargue con su propia conciencia.

La mía hace tiempo que la dejé tranquila.

Quizás no pensé las cosas a su debido tiempo, quizás no medité la vida... y todo me condujo a un error. Pero... ¿qué somos las personas sin sus fallos, sin los errores que la vida nunca nos perdona? Somos humanos.

Soy humano.

Y me equivoco.

O tal vez no....

Tal vez todos los fallos que cometemos están predestinados para que nuestro futuro sea perfecto.

Porque... ¿qué hubiese sido de mí si no me hubiese equivocado?

A veces los errores que cometemos en la vida también nos brindan muchas alegrías... Al menos este es mi caso.

Sin fallos quizá no llegue a ser lo feliz que espero llegar a ser algún día.

No me considero una persona con mala fe, tampoco me considero un mal amigo o un mal amante.

Un error no dicta la personalidad de las personas.

Un error influye en la forma en que los demás piensan en ti, pero... no creo que sea contundente.

Una vez dije que la vida me perdonaría, y me olvidé de las personas a las que también he fallado....

Solo espero que esas personas también me perdonen algún día.

Seguiré soñando lo que tenga que soñar...

Seguiré viviendo lo que tenga que vivir...

Y lo haré por mí.