Otro cumpleaños feliz

Siento el tiempo que he pasado lejos de este pequeño rincón... Hasta escribir aquí a veces se me hace difícil, pues de sobra se sabe que no vivo solo... y no quiero que ella sepa donde guardo mis sentimientos.

Solo a estas horas puedo desahogarme... Cuando ella duerme... o hace que duerme.

El fin de semana ha transcurrido mejor de lo que esperaba, ya que celebrábamos el cumpleaños de mi novio en casa, y me esperaba de todo menos pasarlo tan bien como lo he pasado.

Ha sido simplemente genial. Con sus más y sus menos como siempre, pero genial.

Hicimos todo cuanto quisimos: bebimos, comimos, bailamos, hablamos, y un largo etc... que como todo el mundo sabe se suele practicar en las celebraciones importantes. Pero lo que más me gustó de todo es que mi novio fue feliz... Lo se por la forma en la que brillaban sus ojos. Por desgracia no suelo ver ese brillo en su mirada muy a menudo. Las circunstancias que rodean mi vida no me dejan hacerlo realmente feliz.

Supongo que para él no fue un cumpleaños perfecto, pero para mí si que lo fue. Me sentí muy unido a él. Sentí como sus palabras se llenaban de fuerza cada vez que tenía que hacer frente a un mugriento comentario de esa mi mujer... Me alegraba ver como sus recién cumplidos 21 años llenaban de alegría toda la casa, quebrando el silencio que las palabras de ella solían provocar.

Queda claro donde está el lugar de cada uno en la vida, y él, cada día que pasa, lo demuestra más.

Esa noche hubo tiempo de todo... Digo esa noche por decir algo, porque la fiesta duró desde las tres de la tarde hasta casi las diez de la mañana del día siguiente...

Esa noche también combatimos las diferencias que sentía con los amigos que siempre tuve... Arreglamos esas pequeñas heridas que nunca llegan a cicatrizar. Por fin todas esas rencillas quedaron cerradas... Por fin pude echarles en cara las veces que los necesité cuando la espalda no me dejaba levantarme de la cama...

Esa noche llegué también a una importante conclusión... y es que hoy en día no te puedes fiar ni de tu sombra... Y es algo que ya sabía, aunque nunca quieres ver la realidad como es. Siempre me gusta verla de colores bonitos, sin llegar a mancharla con colores difíciles que te incitan a pensar cosas que no son. Pero está claro que a veces deberíamos pensar mal para acertar.

Mis amigos siempre han sido mis amigos, aunque el tiempo diga lo contrario, aunque las voces de los demás quieran demostrar lo contrario... En la amistad uno debe seguir la música del corazón, y guiarse por sentimientos propios...

A partir de ahora intentaré no guiarme por lo que dicen los demás... y sobretodo, no dejar que el tiempo oxide algo tan bonito como es la amistad.

Como dato a añadir y cambiando de tema, pero sin llegar a hacerlo del todo, quiero decir que desde hace algo más de dos años tengo un pequeño gusanillo que me come el corazón poco a poco, y para bien. Es una amistad tan profunda que no puedo etiquetar... Se llama Rocío, y desde este pequeño rincón quiero nombrarla para agradecer todo lo que hace por mí y por el mundo que me rodea.

Ella ya sabe todo esto que escribo, pero nunca está de más recordarle a una persona lo mucho que te importa.

Recuerdo los buenos momentos que he vivido desde que la conozco y ella siempre ha estado ahí... Pero lo mejor es que también la recuerdo en los malos... Sus brazos siempre estaban ahí para brindarme los abrazos que solo ella sabe darme.

Hoy no quiero aburrir a nadie hablando de la situación que tengo en casa, pues tampoco tengo nada nuevo que aportar... Simplemente más de lo mismo, con la excepción de que durante dos días la madre de "mi mujer" se hospedará en casa... No puedo decir que sea agradable, pero bien sabe dios que su estancia no me molesta. La mujer no tiene la culpa de tener la hija que tiene...

P.D.(Pos después):Pido disculpas por la inestabilidad del blog en los últimos días... Intento actualizarlo físicamente un poco, pero soy muy novato en esto de la creación de rinconcitos personales. Lo dejaré para más adelante...